Una iglesia evangélica en la ciudad de Omsk, Rusia, está siendo acusada por el gobierno de “lavar el cerebro” a los creyentes, debido al incremente de fieles en los últimos meses. El pastor fue detenido con falsos cargos.
En junio del año pasado, agentes enmascarados del Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB) irrumpieron en el edificio de la Iglesia del Centro Apostólico de la Nueva Creación y arrestaron al pastor Stanislav Moskvitin.
Desde entonces, el líder de la iglesia está siendo acusado por la fiscalía de organizar asociaciones religiosas “causando daños a la salud de sus miembros”, según el artículo 239 del Código Penal ruso.
El FSB alegó que el pastor Stanislav "utilizó varias técnicas psicológicas para influir en los miembros con el fin de subyugarlos y obtener ganancias".
El Servicio Federal incluso afirmó que el líder utilizó varios tipos de hipnosis: clásica, fraccionada y Ericksoniana.
El pastor también fue acusado de recaudar fondos ilegalmente para la construcción de una iglesia.
Sin embargo, las autoridades admitieron que el dinero recaudado se ahorró para el propósito inicial y que Stanislav tiene un estilo de vida modesto.
Moskvitin fundó su iglesia en 2014 y la registró dos años después, luego de recibir capacitación en Estados Unidos, en Transformation Center Church.
La Nueva Creación es una iglesia pentecostal, al igual que el estilo de predicación de Stanislav. En los cultos son comunes los relatos de curaciones sobrenaturales y visiones.
El juicio del pastor Moskvitin comenzó el 14 de septiembre en Omsk.
Iglesias evangélicas perseguidas
Congregaciones como la de Moskvitin han sido objeto de persecución en el país, ya que muchos creyentes de la Iglesia Ortodoxa Rusa se han convertido a la fe evangélica.
Las organizaciones rusas anti-sectas vinculadas a la Iglesia ortodoxa consideran a las iglesias evangélicas "cultos totalitarios".
Según Bitter Winter, una revista que cubre la libertad religiosa y los derechos humanos, la falsa acusación de “lavado de cerebro” se ha utilizado para perseguir y combatir a grupos evangélicos.